No hay dudas: Los traductores automáticos nos simplifican la vida. Nos ayudan a comprender textos en idiomas que no conocemos, pero no siempre lo consiguen…confiar ciegamente en ellos puede hacer realidad nuestras peores pesadillas lingüísticas.
El rey de las traducciones desastrosas es seguramente Google Translate. A pesar de las continuas mejoras, nos sigue ofreciendo perlas gramaticales completamente absurdas.
Y para empezar la semana con buen humor, aquí os propongo algunos claros ejemplos de desastres provocados por una traducción poco (o nada) cuidada:
Como podemos comprobar, de errores de traducción esta lleno el mundo…y vosotros, ¿os habéis encontrado alguno?
«EL HOMBRE QUE COMETE UN ERROR Y NO LO CORRIGE, COMETE OTRO ERROR MAYOR» –
CONFUCIO